Reglamento • 14.10.2024
Emisiones directas e indirectas de gases de efecto invernadero: diferenciarlas para reducirlas más eficazmente
A mediados de septiembre, la Comisión Europea anunció su intención de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% de aquí a 2020, frente al 40% previsto inicialmente. Este ambicioso objetivo será objeto de una modificación de la ley del clima, que luego deberá ser aprobada por el Parlamento Europeo y los Estados miembros. Para entender mejor los resortes de la acción, primero hay que diferenciar entre emisiones directas e indirectas, que se clasifican en 3 categorías denominadas «ámbitos».
Emisiones directas – alcance 1
La ADEME (Agence de l’environnement et de la maîtrise de l’énergie) define las emisiones directas como las procedentes de instalaciones fijas o móviles situadas dentro del perímetro de la organización, es decir, las emisiones procedentes de fuentes que son propiedad de la organización o están bajo su control, como : la combustión de fuentes fijas y móviles, los procesos industriales sin combustión, las emisiones de rumiantes, el biogás de los vertederos, las fugas de refrigerantes, la biomasa, etc. En otras palabras, las emisiones vinculadas a la utilización de petróleo en el proceso de fabricación de un producto o las producidas por los gases de escape de la flota de camiones de una empresa.
Emisiones indirectas – alcance 2
Se trata de emisiones asociadas a la producción de electricidad, calor o vapor importados para las actividades de la organización. La fabricación de un producto, por ejemplo, requerirá el consumo de energía por parte de las fábricas. Esta energía, que no es producida por la fábrica, sigue emitiendo gases de efecto invernadero, por lo que se clasifica en el Alcance 2.
Otras emisiones indirectas – alcance 3
Se trata de emisiones no incluidas en el Alcance 2 pero vinculadas a toda la cadena de valor. No están directamente relacionadas con la fabricación de un producto, sino con todo su ciclo de vida. La extracción de materiales utilizados para fabricar materias primas, el transporte de mercancías aguas arriba o aguas abajo o el reciclado de un producto forman parte del Alcance 3.
Por lo tanto, la reducción de las emisiones globales de la refrigeración implica la reducción de estos dos tipos de emisiones. Emisiones directas vinculadas a las fugas de refrigerante y emisiones indirectas vinculadas al consumo de energía de la planta.
La supervisión constante de las instalaciones ayudará a alcanzar estos objetivos:
- Gracias a los datos en tiempo real, podrá reaccionar rápidamente en cuanto se produzca una fuga
- La carga correcta de refrigerante para evitar un consumo excesivo innecesario
- Con la ayuda de alertas y consejos destinados a optimizar el consumo energético de sus instalaciones
¿Necesita consejo o tiene alguna pregunta?